Capitulo 17
Ya había pasado una semana desde aquel desafortunado
encuentro en que su corazón fue destrozado con la simple mirada del pelirrojo,
se encontraba en un local de comida leyendo un libro que compro al azar hace
unas horas, le dieron ganas de lanzar el libro a la basura al notar que el tema
principal era romance, pues que estaba harta de todo lo respecto al amor y vida
amorosa, después de ordenar tres veces comida en el local, un chico de cabello
rubio entro lentamente hasta sentarse en la mesa de al lado de la peliceleste,
sus ojos negros se veían falso, ella estaba segura que no era su color natural,
extrañamente continuo observándolo, preguntándose “como un chico puede tener
rasgos tan finos” espero unos minutos y fue a pagar la cuenta, mientras tanto
paso a propósito por el lado del chico de cabello rubio, de pronto un sujeto
alto se sentó a su lado por lo que la joven lo reconoció de inmediato… y era
Leorio
-¡hey! Kurapika-.
Saludo afectuosamente a su amigo, mientras tanto la peliceleste se marcho del
lugar.
Fue hasta el centro comercial, buscando con que distraerse,
una nueva tienda de libros abría sus puertas, una gran multitud entraba y salía
del lugar, ______ se acerco mirando solo la vitrina y para su sorpresa estaba
un libro ilustrado de edición limitada de su escritor favorito, miro su
billetera pero no tenía el dinero suficiente, camino rápidamente al banco más cercano,
entró y una inmensa fila le esperaba, quería llenar su vacio de la manera que
fuese o simplemente distraerse por un pequeño momento que sea.
-¡arriba las manos
esto es un asalto!-. Gritaron cuatro hombres a la vez entrando al banco.
la peliceleste se encontraba en medio de la gran fila, las
personas comenzaron a huir, ella aun no comprendía la situación “es enserio,
ahora que… solo me falta un asesino persiguiéndome” pensaba distrayéndose de la
situación, la multitud comenzaba a entrar en pánico, los gritos al ver que los
asaltantes llevaban gran variedad de municiones, comenzaban a elegir rehenes,
una fría arma apunto tocándole la cabeza a la joven, sus manos tiritaban sabía
que podía salir de ahí sin ningún problema pero las armas, son su mayor enemigo
y son la causa de varios de sus miedos.
-aquí hay otro niño más,
muévete-. Unos de los hombres la tomo bruscamente del brazo, camino hasta
una sala y en cuanto entro la cerraron con llave, miro a su alrededor, unos
niños aterrados lloraban, otros simplemente permanecían estáticos sin
comprender lo que sucedía.
Una vez que su cuerpo ya no temblaba suspiro con mucha frustración,
no solo por la situación además la habían confundido con un niño “soy un tanto
plana… pero al menos díganme niña” se quejaba mentalmente, se disponía para
huir del lugar pero el fuerte ruido de los disparos la paralizo, no soportaba
saber que hubiesen probabilidades que su cuerpo se contaminara con pólvora.
-¡quiero a mi mami!-.
Lloraba un niño abrazado de su libro.
-oh… ese libro es…-.dijo
olvidando otra vez la situación fue directamente a observar el libro del
pequeño, ya que era el libro que anhelaba anteriormente.- qué tal si me lo das… ¿qué dices…? puedo traer a tu mami-. Propuso
al inocente menor.
-si…-. Entrego el
libro, _______ salió del lugar por una ventana, salto del edificio para luego
marcharse y al mirar hacia atrás vio como la policía llegaba al lugar “que bien
obtuve este precioso libro, estoy tan feli-…” sus pensamientos se detuvieron al
escuchar mas disparos, continuo alejándose del lugar pero poco a poco comenzaba
a tener remordimiento por engañar a un niño.
-¡¡¡Aahh!!!
¡Maldición!-. Grito después de pensar en su actitud puesto que cada vez
perdía la humanidad en ella, de su otra dimensión saco el abrigo estilo militar
de Hisoka y el casco de motocicleta, una vez lista para hacer la buena acción
del día uso su segunda habilidad de imitación para rodearse el cuerpo ya que le
daba mucho miedo las armas de fuego.
-¡no tengo miedo! ¡No
tengo miedo! -.grito otra vez, pero ahora era para llamar la atención de
los ladrones, pero para su mala suerte la policía y los ladrones le disparaban,
entro en pánico, maldiciendo a todo el mundo, una vez logro acabar con la existencia
de los asaltantes, se dio cuenta que no fue capaz de salvar la vida de los rehenes.
-toma, no llores-.
Entro otra vez a la sala en donde estaban los niños, el pequeño la miro con
admiración, su corazón se congelo con rapidez, por primera vez en su vida
estaba muy arrepentida de sus actos, por primera vez… se sentía triste por la
muerte de un desconocido.
-soy una estúpida
debilucha-. Froto sus ojos mientras salía del lugar, ya se había quitado el
casco y abrigo, camino lentamente a su habitación, solo tenía dos horas para
llegar a su trabajo “aun quiero el
libro” pensó.
En segundos una bala perforo su pantorrilla derecha, su
cuerpo no reacciono al dolor, ya que solo lo noto al ver la sangre, cayó al
suelo por el impacto, miro a su alrededor y un sujeto encapuchado como los
asaltantes anteriores le apuntaba con un arma “como si los mate a todo”
analizaba la situación, otro dos hombres aparecen por detrás del hombre con el
arma.
-es ella, o eso creo…
de todos modos matémosla-. Se acercaba con rapidez el mismo sujeto con una
navaja, no podía moverse ya que la pólvora de la munición era la debilidad de
su cuerpo, y unos milisegundos después recordó que puede que su cuerpo no
responda pero su alma jamás se detendría, sus ojos, cabello y parte de su piel
en todo el cuerpo se cubrió de negro, el sujeto asustado le izo heridas solo en
las partes del cuerpo que su Nen no oscureció, unas de sus manos no respondía
aun estaba delicada de su percance con Kuroro, no le quedaba nada más que
copiar alguna habilidad pero su memoria se bloqueaba de todo el dolor que
sentía.
CONTINUARA… ≧ヮ≦
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