APL Capitulo 16


Capitulo 16

Su dolor de cabeza era insoportable, se dirigía a su habitación ubicada cerca del bar restauran pero solo pudo avanzar a una esquina de la calle para apoyarse en el muro de un edificio, tomo su celular tenía solo cuatro números ingresados “ Hisoka –Kuroro -Leorio –Silva… ¿y ahora a quien llamo?... creo que solo debería a esperar a que el dolor pase”  hoy salió antes de su trabajo ya que un cliente le había tomado la mano, recordaba la escena una y otra vez sentía que no fue un simple accidente, su nariz comenzó a sangran lentamente.
-tengo que salir de aquí-. Balbuceaba, se puso de pie, en su mano acumulo su Nen que poco a poco lograba imitar la habilidad goma de Hisoka, pero aun no tenia control al utilizarlo, a los minutos se adhirió a un edificio pero solo logro que ella chocase con la pared al avanzar, erróneamente se dirigía de camino contrario a su habitación, miro sus pantimedias, estaban rotas de tanto arrastrarse por los edificios.
-necesitas ayuda…-. Hablo una voz suave.
-yo… no… pff-. Respondió con ironía, una vez que reconoció la cálida mano de Kuroro sobre su cuerpo, la llevo hasta un auto y los dos se acomodaron en los asientos traseros, el conductor se le hacía familiar.
-¿a qué dirección?-. Dijo una voz femenina.
-a la guarida-. Mando a la mujer de cabello rosado e hiso un ademan con la mano.
-putilla-. Murmuro la peliceleste al recordar que fue ella la que le tomo la mano en su trabajo “¿qué me inyecto…?” analizo.
-¿qué dijiste?-. Se altero de forma extraña.
-no dijo nada, solo conduce-. Tapo la boca de ______ con su mano antes de responder.
Llegaron a una casa lejos de la ciudad, no era un lugar muy agradable puesto que era sombrío, la ropa de la joven estaba completamente manchada de sangre, miro a quien le había provocado todo eso, tenía una mirada de victoria.
-pero si eres la de la otra vez-. Nobunaga se acercó a ella, deteniéndose en seco al ver la ropa de la joven, ella ignorando a su entorno se quito el bolso para sentarse en el suelo, Kuroro a pareció con una blanca toalla húmeda para limpiarla, pero en cuanto toco su mano, los ojos de ella se colocaron negros y sombríos, comenzando a atacar al pelinegro quien solo se defendía, mientras peleaban de cuerpo a cuerpo, miro a su compañera de equipo para que detuviera de lo que le hacía al cuerpo de la joven,  pero aun así continuaba golpeando.
-deja de manipularla-. Hablo un poco alterado al ver que con los golpes que emitía eran al azar haciéndose daño a sí misma.
-ya se lo retire-. Respondió acercándose a la tan violenta situación, intentando detener a la peliceleste  la tomo del brazo con sus hilos de Nen pero recibió un golpe de aura caliente en el estomago, se azoto contra la pared y al levantarse se notaba como la ropa se quemo, miro con asombro a quien se marchaba del lugar.
Corría con desesperación hacia la ciudad, no podía distinguir cuantas personas la perseguían solo que aun sentía su cuerpo débil por perder tanta sangre, Kuroro apareció a su lado izquierdo sujetándola desde su ropa, en la desesperación al cruzar miradas con la ahora furiosa de cabello rosado, se deslizo por su ropa quedando solo en ropa interior y las gruesas pantimedias, cayó al suelo después de golpearse con un árbol.
-¡maldición! La licencia de cazador esta en el bolso-. Recordó en voz alta, oculta en los arbustos “ahora que… ¿ahora qué? Estoy en un gran lio”
A los minutos visualizo con la mirada a Kuroro, la buscaba caminando lentamente por el sendero del bosque una vez que el pelinegro estaba lo bastante cerca lanzo la copia de la habilidad goma a él, impulsándose con mucha velocidad, lo abrazo y así quitarle solo su bolso ya que la ropa ya no la tenía consigo, en solo segundos apareció la furiosa de cabello rosado.
-machi cálmate-. Le hablo uno de los pertenecientes a la brigada fantasma.
-tele-transpórtate ¡ya! -. Sugirió la joven.
 Aparecieron en unos de los tantos callejones de la ciudad, la lluvia había comenzado y ahora el cuerpo de la joven tiritaba del frio, tomo su bolso revisando para así encontrar la identificación de cazador.
-¡aquí esta! -. Chillo de alegría, estirando su brazo hacia arriba de forma triunfante.
-¿estás bien? ten…-. Kuroro se quitaba el abrigo para entregárselo, la peliceleste recordó el accidente anterior, se levanto empujándolo bruscamente.
-¿qué quieres? Tu… Tu quieres matarme ¿no es así?-. Retrocedía hasta chocar con un frio muro, la lluvia poco a poco limpiaba la seca sangre de su rostro y cuello.
-¡quiero que lo olvides!-. Desafío con la mirada, mientras tomaba el rostro de la joven.- nunca pensé que te verías tan hermosa así de vulnerable-. Susurro a milímetros de los labios de ella, la lluvia aumentaba obligándola a cerrar los ojos, entonces en ese justo momento la besa delicadamente, ella sin poder moverse lo observa sorprendida.
-Mmm… veo que están ocupados-. Interrumpe Hisoka con su típica voz seductora.
-tus compañeros se aproximan-. Hablo Illumi caminando a la tan particular escena y al observar que ______ traía muy poca ropa miro a otro lado educadamente.
- adiós-. Susurro Kuroro en su oído, en cuanto se separo para marcharse, cayó sentada en sus piernas, Hisoka observaba desde lejos a la peliceleste, ella intentando comprender la situación, se arrastro hasta su bolso para guardar la identificación de cazador, pero el pelirrojo se la arrebato con su Goma Bungee, se miraron directamente a los ojos, pero este solo permaneció con cara de arrogante, el orgullo de la joven le impedía solicitar su ayuda con lo que él solo se marcho, por otra parte Illumi permaneció estático mirando a otra dirección.
-la llevare hasta su hogar-.explico, mientras la colocaba en su hombro como un costal de harina, avanzaba a toda rapidez entre las casas y  edificios.

-gracias-. Susurro una vez que la dejo afuera de su habitación, el inexpresivo desapareció entre la oscuridad, hacía tiempo que no sentía la sensación de debilidad, entro al baño para ducharse, en unas de sus manos tenía un gran moretón, su rostro estaba marcado por rasguños y el cuerpo mas pálido de lo normal por la pérdida de sangre, no tenia energías para llorar, ni odiar mi menos lamentar. 

CONTINUARA…   

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