APL Capitulo 12


Capitulo 12


- ¿cómo se llaman?-. Pregunto ______ para no tener que estar en ese incomodo silencio.
-eso importa-. Respondió la de cabello rosado seriamente sin mirar a la dirección de la joven, cambio de lugar para que el tipo de cabello largo quedara en medio, “que interesante adoro tu simpatía” se decía a sí misma, ante la actitud de la mujer.
-soy Illumi-. Dijo el de cabello largo sin mostrar alguna expresión en el rostro.
-  ______, encantada-. Estiro la mano para saludarlo, el lentamente sujeto su mano, al soltarla, suspiro frustrada “otro sed de sangre mas, acaso no puedo conocer a gente normal”.
-_______ Erbac-. Afirmo Illumi, saco de su bolsillo una carta sellada con Nen.
-a si es-. Tomo la carta y tenía escrito su nombre, se quito el casco dejándolo en el suelo, coloco su mano en modo azulada y como era de costumbre se comió aquel Nen, sus lagrimas aparecieron otra vez al darse cuenta que el sabor era similar al de su padre, se seco las lagrimas, guardo la carta en el bolsillo de su delgado abrigo, mientras tanto Hisoka y Kuroro empezaban su batalla, la peliceleste guardo el casco en su otra dimensión y continuamente saco su libreta, quienes la acompañaban para ver la supuesta pelea solo tenían sus ojos en ella.
Kuroro mostro su libro para utilizar unas de sus habilidades robadas, en solo segundos ______ estaba a su lado, su cabello y ojos aun estaban negros por el haber utilizado la habilidad anterior, miraba como el libro que cambiaba de hoja en hoja, anoto en la libreta los nombres que no tenia escritos, la mujer de cabello rosado avanzo para atacarla.
-detente-. Le ordeno Kuroro, después de cerrar el libro un poco molesto.
-estas interrumpiendo la función-. Comento Hisoka con una carta cerca de su boca.
-¿enserio? Jugaras con un juguete defectuoso-. Susurro, pero su mirada se oscureció de tal manera que las aves a metros de sus alrededor se espantaron, aquel comentario fue el derramo el vaso de su paciencia, estaba harta de tener que extrañar a alguien que ni siquiera la ha llamado por su nombre, ni una sola vez, sus lagrimas caían en el suelo dejando pequeñas manchas negras de su Nen, avanzo sin rumbo hasta llegar al bosque fuera de la ciudad, su cara estaba completamente roja y sus ojos un poco hinchados, intentaba no tocarse ya que de tanto llanto estaban delicados, debía ir a trabajar solo le quedaba 3 horas para entrar “aun así quiero estar cerca de él” anhelaba en suspiros.
-buenas tardes-. Hablo débilmente una vez que estaba en el  bar restauran, los ojos hinchados demostraban cuanto lloro anteriormente, nadie le pregunto nada, como era de costumbre solo hicieron su trabajo “mañana es sábado ¿donde debería ir?... creo que solo veré la repetición de la novela de la tarde” pensaba mientras esperaba que el barman principal preparase el trago, en todo el tiempo que ha estado trabajando se percato que era un lugar de contrabando y para otros el lugar con el cual reunirse con su amante, no hay cámaras de seguridad, cada unas de las paredes o muebles están blindados y era el lugar especial para que puedas hablar sin ser escuchado por terceros.
Sábado por la madrugada la peliceleste salía del trabajo agotada, sus ojos aun continuaban hinchados, mientras caminaba lentamente por la oscuras calles recordó la carta que le  entregaron, fue hasta un poste que alumbraba las estrechas calles del lugar, para leer dicha carta.
“se requiere tu presencia en la segunda luna llena como futura socia de la familia, la presencia es obligatoria” una vez que lo leyó miro el sello al final de la carta “¿ahora que hice?” pensó tomándose la cabeza con ambas manos intentando recordar algo.
-una invitación veo qu…e…-. El escuchar una voz tan cerca, activo una parte de su instinto que tanto oprime queriendo guardar, en segundos quemo con el calor de su Nen el brazo del sujeto que le hablo, no solo eso, fue tanta la sorpresa para la joven que ejerció mucha fuerza dislocándole el codo, pasando eso de manera tan rápida, salió corriendo por miedo a si misma de hacer algo peor, llego a su habitación, cuando disponía de abrir la puerta con la llave, unas manos rodearon sus hombros deteniéndola por completo.
-quien…-. Hablo asustada, era incapaz de usar sus habilidades correctamente para distinguir quien era, sus ojos ahora color negros al descontrolar sus emociones, se toparon con unos brillantes amarillos, el pelirrojo giro a la joven quedando frente a frente.
-veo que no estás de humor-. Susurro extremadamente cerca del oído de ella.
-lo siento-. Dijo de forma automática al ver que la herida que le provoco sangraba y tenía un horrible aspecto.- vamos entra-. Apoyo su cabeza en el pecho de el al decir eso, abrió la puerta, prendió la luz  y se quito el abrigo, Hisoka observaba cada unos de sus movimiento, los dos no emitían palabras, mientras tanto ______ curaba la herida, coloco el codo donde debía “que pasa conmigo… yo no soy así” pensaba frustrada, miro a los ojos al pelirrojo, el se acerco lentamente hasta llegar a centímetros de chocar, ella levanto su mentón para besarle, solo fue un pequeño toque de su parte, se aparto para continuar con la curación, Hisoka tomo un pañuelo blanco de su bolsillo tapando la herida con otra de sus habilidades, se levanto de la silla tomo a la joven de la cintura dejándola en la cama con el encima, permanecieron mirándose el uno con el otro como si hablasen mediante la mirada, de un momento a otro comenzaron a besarse con desesperación, pero por la falta de aire se alejaron, volviendo a las miradas, el pelirrojo acaricio el cabello de la joven y quitándose de encima.
-se gentil…-. Propuso la peliceleste con las mejillas rojas sentada a su lado, mientras tanto él se quito la ropa dejando solo su torso desnudo.

-eso intentare-. Hablo con sus labios en el pecho de ella, luego de haberle quitado la camisa, comenzaban a tocarse el uno al otro con aun mas desesperación, pero poco a poco el calor de ellos desapareció, el cuerpo de la joven semidesnuda estaba tendido en la cama inconsciente, pues se había desmayado antes de empezar lo propuesto, Hisoka un poco abrumado por aquella escena, la acomodo en la cama tapándola con las sabanas, se fue lentamente del lugar pues ya tenía lo que necesitaba, y dejando un intercambio por ello.

CONTINUARA…   

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