DG Capitulo 25

Capitulo 25

-¿por qué sonríes como estúpida?-pegunto su madre después de lanzarle el paño de cocina y esta ni se inmuto y continuo feliz en sus pensamientos.
-no lo hago- respondía con una sonrisa tomando el paño y dejárselo en el mueble.
-lo sigues haciendo-apunto la mayor con ambos dedos hasta las comisuras  de los labios de su hija-conseguiste novio…-acertó sorprendida y aun mas ya que no lo negaba.
-justo antes de volver…-respondió un poco asustada de que la castigaran como decían sus anteriores compañeras de clase al escucharlas en los recreos.  
-¿y cuando lo traerás para conocerlo?-exigió levantando una ceja.
 -cu-cuando tú quieras- hablo confundida- ¿papá donde esta?- cambio el tema.
-cuando regrese tu padre, lo traes y lo conoceremos-continuo con voz firme- fue a hacer un trabajo a un día de aquí, se notaba emocionado ante la llamada, me pregunto si seria alguna clase de prototipo humano-suspiro y lanzo otra vez el mantel hacia los platos limpio- que envidia…-susurraba apretando los dientes.
-iré… a… jugar con Mizu…-retrocedió sin dejar de mirarla y su madre comenzó a sospechar que ocultaba algo- ¡¡Mizu!!- grito apresurada al sostener a su hermana en la espalda y avanzar por el bosque que aun no conocía muy bien.
“Hoy en la noche nos vamos a reunir” recordó un poco ansiosa.
Paso la mayoría del día observando a su hermana que se divertía trepando de un lugar a otro, hasta que la hora de la cena llego y debió regresar.
-Mama… fui a la civilización de la abuela- le dijo cuando estaba tomando  té mientras miraban la televisión.
-¿qué?- escupió el liquido de la boca y se limpio con el delantal de cocina que siempre tiene en sima.
-descubrí algo que no debía…-continuaba aun tendida en el piso, donde siempre le gustaba estar-fue un accidente- termino de decir y la mujer coloco su mano en su cara intentándose calmar.
-ya no aguanto más esto- susurro alertando a la menor que se levanto de inmediato.
-¿mamá?-la miro a sus ojos que mostraban el color escarlata tan particular.
-¿El libro para quien lo escribiste?- preguntaba levantándose del sillón para cerrar la puerta de la habitación que estaba la pequeña peli celeste.
-para Mizu…-respondía y la mujer le sujeto del brazo.
-ve a buscarlo y ábrelo-exigió a lo que ella le obedece de inmediato y van a la mesa y ambas se sientan una enfrente de la otra- tu Abue  me vino a ver hace un tiempo- suspiro- sé lo que nos sucederá, tampoco estoy feliz de eso, pero hare lo mejor que pueda.
Siendo que ambas activaron su nen, guardaron el pergamino en  el libro y su cabello al crear una especie de mini depósito en las hojas vacías y lo más importante su cabello, que sabían que era peligroso guardarlo ya que podía ser utilizado para fines aun mas prohibidos.
“No importa lo que haga… moriré de todos modos…”pensaba mirando las estrellas en el techo de su hogar.
-solo me queda vivir…-sonrió y salto de una copa de un árbol a otra sintiendo la euforia de la felicidad al saber que hacia lo que ella deseaba en ese momento.
Después de una hora,  de caminar y esperar en una colina un tanto lejos de su hogar, se subió a un árbol y continúo esperando a Ging que no aparecía, por lo que comenzaba a dudar si vendría.
-lo siento-escucho desde abajo y esta se lanza a sus brazos.
-por un momento pensé que no te volvería a ver-hablo al mismo momento que lo abrazaba por el cuello.
-se me hiso tarde, lo siento- se disculpo y acaricio el cabello de su ahora novia-¿qué te sucedió?-la aparto de su cuerpo para mirarle a los ojos tras notar que le faltaba un mechón de cabello.
-solo es para el sello que hice con mi madre- respondió y poco a poco se dio cuenta que no debió revelar a aquello.
-¿qué?- exclamo puesto que con el nen y cabello se podría hacer verdaderas barbaridades si se tenía conocimiento de las artes oscuras.
-na-nada-dijo y con ambas manos oprime la boca de Ging para que no le diga nada más.
-yaf me puef soltaf-intento decir al notar que esta no lo soltaba.
-oh, ahora que lo recuerdo mi madre desea conocerte-sonrió y lo tomo de la mano para caminar un poco.
-¿ahora?-  se preocupo el pelinegro.
-no, cuando mi padre vuelva a casa, aunque no se muy bien… -miraba a otro lado pensativa- te diré el día, mi madre seguramente te invite para el almuerzo- termino de decir.
-está bien-expreso estar un poco asustado y dejaron de caminar sentándose en el pasto de la colina mirando a las estrellas.
-no te preocupes… si mi padre intenta hacerte algo, yo lo detengo y tu escapas-le proponía intentándole calmar pero hiso todo lo contrario.
-eso no es muy satisfactorio -sonrió nervioso y _____ solo lo abrazo de costado- ten- le entregaba una pequeña hoja de papel y al abrirlo ve un número de teléfono-en el departamento que me alojo, tiene contestadora-explicaba y ella miro detenidamente el numero para memorizarlo y guardo de inmediato el papel en su poleron.
-¿sabías que la tribu kurta es profundamente fiel a su pareja?- comentaba después de unos minutos.
-había escuchado algo-respondía pensativo
-no pueden enamorarse por segunda vez… -se detuvo un momento y le tomo la mano a Ging- al igual que yo…-volvió a hacer una pausa girando su cuerpo a su dirección -te amare hasta la muerte- miro detenidamente al par marrón que se acercaba y poco a poco entrecerraba sus parpados y su cuerpo era rodeado por los fuertes brazos de Ging.

-te amo, nunca podría olvidarte -susurra antes de besarla y cerrar los ojos disfrutando de tan cálido momento.

CONTINUARA…   

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