Capitulo 36
Leorio cargo a la joven _____, quien tenía el cabello negro
con las puntas celestes y aunque mostrase una dormida e indefensa apariencia,
en su mente pasaban unos recuerdos muy inesperados…
Hace… un tantodotote de tiempo atrás….
Lluvia, solo lluvia era lo que se podía visualizar a los
siguientes metros de distancia, ______ regresaba de su ardio entrenamiento que
no pudo cumplir como se debía y con el bastante tiempo fuera de casa regresaría
con 9 años de edad, una pequeña niña de
cabello celeste al igual que sus ojos caminaba en círculos por un extenso
pueblo cerca de las montañas, ella agotada por no haber dormido después de 2 días
seguidos, cayó al suelo agotada, sintió como unos fuertes y delgados brazos la
cargaban dirigiéndose a su casa, confundida y entre sueño no logro mirarle la
cara al joven que entro a su casa con ella en los brazos y que sus padres le
daban la bienvenida como si fuese ya alguien de la familia.
-¿entonces lo logro?-
pregunto la madre de _____, después de que la llevasen a una cama para ser
examinada, por su médico padre.
-no lo sé, lo veremos
cuando despierte- respondió el hombre de cabello color ceniza.
-¿qué piensas del
joven Kuroro? Es un bien partido para nuestra hija- hablo la mujer, acurrucándose
en el hombro de su marido.
-¿hablas enserio…? no
la dejaras elegir por su misma- cuestiono en suspiro.
-solo quiero alcanzar
a verla enamorada- elevo la mirada hacia su marido.
-no seas pesimista, estarás
bien- sonrió, pero ambos dos sabían que no había vuelta atrás con la
extraña enfermedad de ella, evitaron seguir conversando del tema ya que su hija despertaba con dificultad.
Los ojos de la pequeña se encontraban con los de sus padres,
quienes sorprendidos, se dieron cuenta que algo en su corazón estaba reservado
por alguien y para alguien, no dijeron palabra alguna, simplemente intentaron
continuar con su vida cotidiana.
-muchas gracias por
ayudarme con las compras, quédate para el almuerzo- hablo la madre de
_____, quien entraba a casa con el pelinegro, la joven ignorando al chico que había
entrado en su familia, lo evitaba por completo, no le gustaba la amable mirada
de él, y que su madre le insinuara que en el futuro llegaría a ser un buen
esposo.
En las tardes la peliceleste subía a un árbol y admiraba el
verdoso paisaje de su exterior, que le recordaba a su hermana mayor, de
quien no es capaz de preguntar a sus
padres, ya que la tristeza que expresan al día a día refleja la respuesta.
Al pasar un año su madre anuncio que iba a
pasar un tiempo con su familia de la tribu Kurta, pero su padre y ella sabían
que no era eso a lo que iría, ya que el deseo de ella era dar su último suspiro
de vida entre su lugar de origen.
La peliceleste al cumplir los 11 años, se dio cuenta que el ahora
aprendiz de su padre, llamado kuroro, pertenecía a una banda de mercenarios,
asesinos, no le sorprendió ya que sospechaba por la astuta forma en la que se
comportaba.
-necesito que entreguen
este paquete, antes de las 12 am, Kuroro ya sabe donde es… –hablo Gustav el
padre de ______ entregándole un paquete al pelinegro, los dos marcharon por el
pueblo hasta llegar a una estación de trenes, debían de ir a la ciudad más
cercana, para entregar el paquete, no era nada nuevo para la peliceleste, pues
su padre por falta de tiempo, solía enviarlos unas 4 u 8 veces al mes para
entregar sus encomiendas.
-vamos _____, debemos
bajar en esta estación- hablaba Kuroro mientras sacudía de los hombros a la
pequeña ya que se había quedado dormida después de sentarse en el asiento del
tren, quien sin decir nada se dejo guiar por él mientras se tomaban de las
manos, saliendo de la estación de trenes.
-ya puedes soltarme-
murmuro ella con desinterés, mientras aun era guiada por el adolescente, el se
giro para mirarla con una agradable sonrisa.
-no lo haré, ya que
te perderás y nos atrasaremos- justifico con amabilidad.
-puedes dejarme aquí…
no me moveré, el trabajo será más fácil, ¿no es así?- propuso con seriedad
“no me gusta esa clase de amabilidad” pensó.
-está bien-
respondió y suspiro con frustración, soltando con delicadeza la mano de _____,
pero ella en cuando tuvo la oportunidad alejo su mano de él -quédate en ese lugar y no te muevas-
apunto hacia bosque el donde había una banca de madera escondida entre los árboles.
Ella sin decir palabra, obedeció a lo que Kuroro le dijo y
se dirigió a dicho lugar, se sentó y vio que el pelinegro la había seguido con
la mirada y en cuanto se sentó él se marcho a entregar la encomienda, pasaban
los minutos, las hojas de los arboles caían con lentitud, poco a poco el cuerpo
de la pequeña peliceleste se relajaba, cerró los ojos al sentir una refrescante
brisa, pero debió abrirlos de inmediato ya que algo afilado se clavo a un
centímetro de su cuerpo.
-una carta-
balbuceo en shock, pues la carta de naipe era lo bastante filosa como para cortarle
el cuello, ya que había quedado hasta la mitad clavada en la banca de madera.
Entonces en solo segundos pudo visualizar como dos sujetos
estaban al frente de ella enfrentándose el uno contra el otro y por la rapidez
en la que avanzaban en círculos no lograba observar sus apariencias, asombrada
por el nivel de fuerza de ellos, se levanta del asiento mostrando su curiosidad,
por lo que uno de ellos se distrae y el otro escapa entre los árboles del
alrededor, ______ y el sujeto permanecen mirándose por los siguientes segundos,
en ese instante ambos se reconocen, y era Hisoka, quien por su lado le guiña un
ojo mientras tapaba su boca con una carta y ella sin poder reaccionar por el
asombro, permanece inmóvil mientras sus mejillas se ruborizan y observa como su
pelirrojo se marcha del lugar lentamente mostrando su delgada espalda.
Pasaron 10 minutos y ella aun permanecía parada mirando
hacia delante observando el movimiento de los arboles, su corazón latía a mil y
en su mente se preguntaba constantemente “¿qué me sucede?, ¿Por qué me siento
de esta manera?”
-vamos- hablo Kuroro
que había llegado al lado de la peliceleste, esta sin responder seguía distraída
pensando en el pelirrojo- ¿tienes hambre?-
pregunto él, a los minutos siguientes esperando una respuesta de parte de ella.
-no…- expreso ella
con una tierna sonrisa por lo que se miraron directamente a los ojos, en ese
instante ______ se dio cuenta de su expresión y frunció el seño enojada con si
misma por sus extrañas acciones en ese momento- mejor, vámonos-continuo enojada, evitando la mirada del
pelinegro.
Se dirigieron a la estación de trenes pero esta vez al
llegar cerca de un callejón, Kuroro con su mano empuja a la pequeña para que se
escondiera, haciendo que ella pierda el equilibrio y se rasguñase las rodillas con
el suelo ya que vestía con un short, ella sin comprender lo sucedido busco a Kuroro
con la mirada pero ya se encontraba a una cuadra de distancia reuniéndose con
un grupo de jóvenes de su misma o más edad.
-maldito bruto-
hablo para sí misma aun en el callejón, se sentó apoyándose en una pared y miro
sus rodillas para curárselas con una de las habilidades que copiaba, espero
varios minutos a que el pelinegro llegase, no podía irse antes de él ya que no sabía
a qué dirección era la estación.
-lo siento, no medí
mi fuerza- se escucho al lado del oído de _____.
-¿cuánto dinero
traes?-pregunto con los brazos cruzados y frunciendo el seño.
-¿por qué?-hablo
con confusión, estirando su mano hacia la pequeña y esta le correspondió
aferrándose y levantándose del frio suelo.
-quiero comer hasta
vomitar-dijo ______ mirando hacia arriba para alcanzar la mirada de kuroro.
-mmm… está bien-comenzaron
a caminar después que se soltaron las manos.
-mira en ese lugar-
apuntaba con el dedo al salir del callejón-
sale un olor riquísimo, vamos, ¡vamos!- continuaba chillando y esta vez
tomo del brazo al pelinegro, apresurándolo al local de comida.
Los días y meses pasaban con rapidez hasta que otro año pasó
en la vida de la joven pequeña, quien ahora con 12 años se encontraba en su
casa junto con su padre y aprendiz.
-¿te vas?-
pregunto _____ mientras veía como Kuroro se despedía de su padre y llevaba con
si una mochila, con la que supone que son sus cosas.
-si- suspiro al
expresar su respuesta-¿quiénes venir
conmigo y unirte a mi grupo?- se acerco a la peliceleste apoyando su mano
en su hombro, sintiendo el esponjoso cabello celeste que ahora le llegaba hasta
ahí.
-kuroro, puedes proponerle
cualquier cosa a mi hija, pero menos eso- interfiriendo el padre de familia
mirando hacia abajo ya que ambos eran más bajo que él, la joven observo a su
padre y suspiro al darse cuenta de la situación “siempre había sido así,
indirectas, propuestas y preguntas incomodas de parte de mi padre ¿Por qué es
tal fiel a eso? Porque siempre Kuroro y no otro…”
Al día siguiente su padre le anuncio que irían de viaje, así
que viajaron en un dirigible, que para ______ era la primera vez y se emociono
mucho ver desde arriba todo el bello paisaje antes sus ojos.
-la ciudad a la que
vamos no es para vacacionar, tendrás que comenzar a entrenar para sobrevivir-
comenzaba la charla el padre de la chica, mientras aun miraban hacia abajo por
las ventanas del dirigible.
-no me interesa-
dijo cortante, y se fue del lugar para dirigirse a su habitación “claro ahora
quiere mi atención, cuando antes solo me dejo de lado por su aprendiz ese”
Llegaron a la dicha ciudad a los dos días siguientes, y al
pisar el suelo del lugar la piel de la chica se erizo, su corazón se paralizo
por un segundo por lo que le tomo el brazo a su padre.
-¿te colocaste la
ropa que te pase?- pregunto Gustav intentando mover lo menos posible su
boca para conversar “nos observan” analizo _____ en su mente al notar las
pistas de su padre, por lo que asistió con la cabeza mirando al frente con una
mirada firme, sin soltarse de su padre.
A toda prisa avanzaban por las calles y edificios, los dos
tomados de las manos, su objetivo era llagar a un hotel para hospedarse en los
siguientes días, en el transcurso del camino las miradas ocultas en algunos
negocios le daban la bienvenida a la ciudad sin nombre para _____ y del cual no
quería saber.
-diga…- hablo el
padre de _____ contestando su teléfono móvil y se detuvieron detrás de un
edificio, el con un gesto de mano le indico que esperase escondida en aquel
lugar ya que el volvería de inmediato, ella asistió con la cabeza y se sentó en
el suelo abrasando sus piernas, a los minutos miro a su alrededor y la
curiosidad al escuchar las discusiones de peleas a su alrededor, le hicieron
moverse del lugar y caminar a la siguiente cuadra.
Logro visualizar como un sujeto amenazaba a otro con matarlo
“este lugar me da mucho miedo… pero es tan genial” pensó mientras se acercaba
sin darse cuenta que notaron su presencia.
-ven aquí-escucho
un susurro en su oído después de que su cuerpo fuese atraído por una extraña
habilidad.
-¡Hisoka!-grito
al darse cuenta del pelirrojo a su lado.
-¡shh!!- ordeno a
callar, pero su expresión no fue lo que lo callo si no que el hecho que le
colocase un poco de su Nen rosado el cual comenzó a comer de inmediato- debes ser callada en este lugar…-
continuo, el tomo a _____ por la cintura y salieron de la calle en solo un
segundo ya que iba adherido su habilidad goma entre los edificios.
CONTINUARA… ≧ヮ≦
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